No fue un camino de rosas

Al principio fue todo muy bonito, un grupo de chicas jugando al fútbol, era raro, en un mundo tan machista y dónde el deporte rey por antonomasia era el fútbol masculino. 

Nosotras éramos el Hércules C.F. Femenino, una sección del querido Hércules C. F. de Alicante. Y al frente, el presidente D. TOMÁS TARRUELLA, nos apoyó económicamente, deportivamente y social. Mientras estuvo él, no nos faltó de nada, porque incluso los partidos como locales, los jugábamos en La Viña; dónde acudía bastante público.

Pero Tomás Tarruella en el 1971 abandonó el club, entró en política, siendo nombrado concejal del Ayuntamiento de Alicante. Le sucedió en una etapa breve de interinidad Miguel Luis Vidal y Masanet, al frente de una gestora y después asumió la presidencia José Rico Pérez.

Ahí se acabó nuestra relación con el Hércules, ya no quisieron tener esta sección de fútbol femenino. Aquí empezó el míster a "moverse", buscando empresas que nos representaran y la primera que aceptó llevarnos fue COMERCIAL FRUTACAL. Una empresa de frutos secos que apostó por nosotras. Fue el inicio de llevar en la camiseta publicidad, sí también fuimos pioneras, llevando en el pecho el nombre de dicha empresa. También en el chándal, llevábamos la misma publicidad.

Fue una etapa bonita, jugábamos una liga autonómica entre Valencia y Alicante. Precisamente los equipos tenían nombre de empresas: Marcol Lanas en Valencia y nosotros Comercial Frutacal de Alicante, pero la equipación era la misma, la de siempre la del Hércules (aunque ya se desentendieron de nosotras). Nos seguían llamando Hércules.

Con Comercial Frutacal estuvimos hasta 1973, en verano fuimos a jugar dos torneos muy importantes: trofeo Costa del Sol (Málaga) y el trofeo Colombino (Huelva).

Éramos el equipo a batir, en la liga autonómica solíamos quedar campeonas o subcampeonas. Había una gran rivalidad entre el Marcol y nosotras. Cada quince días viajábamos a la provincia de Valencia, equipos como Gandía, Levante, Valencia C.F. etc... y en Alicante, estaba el Benidorm, Santa Pola, Jyesa de Ibi, Ciudad de Alcoy, etc...

También quiero comentar que los padres de las jugadoras aportaron su granito de arena, colaborando económicamente en los desplazamientos y en los restaurantes.  Nosotras no percibimos nada, era fútbol amateur, tampoco pagábamos nada. El autocar, y otros gastos, corrían a cargo de la empresa Frutacal y ayuda familiar. 

Hicimos frente a las adversidades que a veces, se iban produciendo. Éramos una familia dentro y fuera de los terrenos de juego. Quizá por ello, conseguimos grandes logros. Hasta conseguir ser campeonas de España, esto lo contaré en el siguiente artículo.

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