El origen del Hércules Femenino

Esta foto corresponde al primer partido que disputó el Hércules C.F. femenino, el 25 de noviembre de 1970. Ese año nació de manera casual. Dos compañeras: Maria del Carmen Mira Hurtado y María Cinta Peña (D.E.P.) iban al instituto de Babel (era el único mixto), después llamado Figueras Pacheco, y las chicas que estudiaban PREU querían recaudar dinero para el viaje de fin de curso, jugando al fútbol. Quizá por la moda del cine español, con la película "Las Ibéricas", donde las folclóricas se lucieron, menos jugar al fútbol, hicieron de todo, en plan cómico.

De aquellas chicas, sólo ellas dos, se quedaron en el equipo, las demás abandonaron la práctica del fútbol. Ese partido se jugó el día de Navidad  en el campo La Viña, haciendo el saque de honor  el torero alicantino, José María Manzanares, un jovencísimo matador de toros. El mister era Enrique Vidal; con el título de entrenador y estando en la disciplina del Hércules, en el fútbol-base, entrenaba a juveniles. Le propusieron entrenar un equipo de fútbol femenino, negándose rotundamente. Al final, accedió y siempre estuvo con esta sección, hasta el final.

El presidente del Hércules C.F. era D. Tomás Tarruella, al que vemos en la foto. Un empresario manchego, afincado en Alicante, que se hizo cargo del Hércules en 1968, calando hondo en el club, ya que cogió las riendas de una entidad herida de muerte por sus gravísimos problemas económicos. El club estaba en Tercera y Tarruella formó un grupo de jugadores de la cantera, consiguiendo el ascenso a Segunda en sólo dos años, con César (que jugó en el Barsa) de míster al frente, después de un partido vibrante frente a Osasuna.

Él apostó por la sección de fútbol femenino, por nosotras y así se creó aquél Hércules C.F. femenino, por primera vez. Tanta ilusión depositó en este equipo, que los partidos de casa, los jugábamos en La Viña con bastante afluencia de público.

Nos equipó con la misma equipación que el equipo masculino: pantalón negro, camiseta a rayas verticales blanquiazules y las medias azules, con la vuelta en blanco. Nos hizo ropa de paseo, para los desplazamientos: suéter de lana amarillo y pantalón de tergal, verde botella. Se marchó a Cocentaina y nos lo hicieron a medida, fue D. TOMÁS quien eligió el atuendo y unas bolsas de deporte blancas con el escudo y nombre del equipo.

Éramos unas dieciséis jugadoras, más o menos; habían chicas de todas las edades. La más mayor tenía 28 años, Mercedes, una gran jugadora polivalente, con mucha fuerza y carisma en el equipo. Ella es la jugadora de la fotografía. Alguna compaginaba fútbol y trabajo, otras, más jóvenes, estudiábamos. Un equipo compacto porque estaba formado por una mezcla de juventud y veteranía.

En estos inicios jugábamos amistosos, torneos en pueblos de la provincia que estaban en fiestas: La Alguna, San Bartolomé, Santa Pola, Benidorm... etc.

Y así se consiguió formar un gran equipo, para más tarde, disputar una liga autonómica de gran rivalidad, sobretodo en Valencia. Cómo veis, al igual, que el fútbol masculino.

Las bases se estaban consolidando, cosechando grandes éxitos nacionales. Contra todo pronóstico, fuimos pioneras del fútbol femenino.