El Día Después

Han transcurrido 24 horas desde que la Comisión del Centenario me nombró embajadora del Hércules. Todavía no lo he asimilado; una persona no pública, como yo, jamás podía imaginar que me fuesen a llamar para ejercer esa labor. 

Habiendo exjugadores que han dejado huella en el equipo a lo largo de su historia, personas que han trabajado allí y han derrochado herculanismo por los cuatro costados, entrenadores, directivos, algún político, personajes ilustres de la ciudad.

Supone para mí, un reconocimiento a aquel equipo de fútbol femenino que se creó en la década de los 70, un grupo de jugadoras dirigidas por un entrenador, Enrique Vidal, que ejerció de mánager. El presidente del Hércules era D. Tomás Tarruella, fue nuestro mecenas y no escatimaba recursos económicos con nosotras. Jugábamos los partidos en La Viña. Costeaba los viajes, la indumentaria tanto deportiva como de paseo. Cuando se marchó Tarruella, nadie del club se quiso hacer cargo; tocó buscar empresas y comerciales interesados. Así llegó D. Pedro Boj (padre) y pasamos a llamarnos: Hércules Boj. Nos dejaba su chalet para practicar fútbol-tenis y demás preparación física.

Pasamos por diferentes etapas, disputábamos ligas autonómicas, sobretodo, Valencia y Alicante; rivales como Marcol Lanas, Manifestó, Gandía, Benito, Alcoy, Valencia, etc.  Siempre clasificadas en primera o segunda posición, rivalidad por el título.

Fuimos campeonas de España, jugando la final en Isla Cristina (Huelva), ganando 0-1 en las postrimerías del partido. Llegando a jugar un torneo en Málaga, el "Costa del Sol", contra Córdoba, Isla Cristina y el anfitrión, Málaga; quedamos subcampeonas.

Por toda esa trayectoria resumida, dónde ese club, llamado Hércules Femenino, fue pionero en la práctica del balompié, ese reconocimiento deportivo-social, queda englobado en la historia del Hércules. 

Y es ahora, llegado el momento de echar la mirada atrás, para darme cuenta de que el auge actual del fútbol femenino, no es por casualidad, hace 50 años se sentaron las bases, la primera piedra para conseguir este gran momento. Futbolistas españolas como Alexia Putellas siendo elegida "mejor jugadora del mundo" y más jugadoras nominadas para conseguir premios impensables en aquellos años prehistóricos.

Especial mención para mi querida Teresa Aniorte Gamarra, nuestra compañera, alicantina, internacional y mejor jugadora española, en los 70; una pena que no haya podido disfrutarlo, D.E.P. era nuestra Alexia. Fuimos estandarte del herculanismo; yo no represento a nadie, "mamé" Hércules en mi casa. Hoy, si bien queda mucho por hacer, ser mujer y futbolista, es posible y es una realidad.

Es un orgullo para mí, como mujer y en aquella época, haber defendido esa camiseta. Espero estar a la altura de lo que conlleva este cargo. 

En resumen, el Hércules representa para mí: amor, lucha y sobretodo, haber roto muros. 

Es un homenaje para mi familia, que siempre hemos estado ahí, en las buenas y en las malas. Va para ti, papá, tú me inculcaste ese sentimiento, que no tiene precio.

Y para terminar, me encantaría que volviera el fútbol femenino al club, mimbres hay, el camino está hecho; A ver si deportivamente resurge y se crea ese equipo de féminas.

Gracias a tod@s por mostrarme vuestro apoyo, impensable. ¡¡¡Macho Hércules!!!